Alabanza es “proclamar o reconocer virtudes de otra persona” (Nuevo Diccionario Bíblico). En hebreo es “hillel”. Ejemplos de hillel se encuentran en Génesis 12:15 donde los siervos de Faraón vieron la belleza de Sara mujer de Abraham. “…y la alabaron delante de el.” En el caso nuestro, proclamamos las virtudes, grandezas, belleza, y Gloria de Dios. Salmo 18:3 contiene la palabra hillel cuando dice: “Invocare a Jehová, quien es digno de ser alabado…” (Vease Salmo 95:2, 100:4, 145:3).
En el Nuevo Testamento, alabanza es “aineo”. Es él término griego para alabanza el cual aparece nueve veces en el Nuevo testamento. En definición, aineo es alabar, cantar alabanzas para honrar a Dios. A veces esta palabra se usa para hacer una recomendación o hacer una promesa. La siguiente lista de versículos demuestra en que parte del nuevo testamento podemos encontrar esta palabra:
· Lucas 2:13, 2:20, 19:37, 24:53
· Hechos 2:47, 3:8, 3:9
· Romanos 15:11
· Apocalipsis 19:5
Aieneo u alabanza puede ser en forma de doxología, himno u oración. Se usa como individuo (Luc 2:20; Hechos 3:8), como grupo (Luc 19:37), comunidad (Hechos 2:47; Apocalipsis 19:5) o ángeles (Luc 2:13). Interesantemente, aieneo también se refiere a oración. Por esto, algunos directores de cantos enseñan que el momento de alabanza es como un momento de oración porque estamos hablando con Dios. Lo importante de alabanza es que Dios sea proclamado y que reconozcamos su grandeza.